
La cama perfecta

Todos nos hemos preguntado alguna vez por qué las camas de los hoteles son tan acogedoras y confortables. Su aspecto suave, limpio y mullido nos invita a saltar en ellas como niños y a dormir a pierna suelta.
Cuando entramos en la habitación de un hotel o alojamiento rural, nuestra mirada se centra en el elemento central: la cama. ¿Cómo podemos hacer que la cama de nuestro alojamiento desprenda ese aura mágica de comodidad? Analicemos las claves:
¿Y qué elementos básicos debo incorporar? No basta con los que todos tenemos en casa para que nuestros huéspedes duerman como angelitos.
Más allá de sábanas, almohadas y cobertores de colchón, para que la cama sea confortable debemos tener en cuenta otros elementos como: sábanas bajeras y encimeras, fundas de almohada, fundas de edredón, protectores de colchón y mantas. Además, incorporar un topper (sobrecolchones ligeros) aportará un extra de confort que también afectará de manera visual al conjunto de la cama.
La ropa de cama es determinante a la hora de dormir y descansar correctamente. Su suavidad, su confort y su durabilidad se hacen notar en el mismo momento en el que te deslizas entre las sábanas.

Llega el momento de la compra:
A la hora de elegir los textiles de nuestro hotel o alojamiento rural debemos tener en cuenta distintos elementos. En primer lugar ¿dónde lo vas a comprar?; muchas veces recurrimos a tiendas que conocemos de buena mano y que nos generan confianza pero, ¿estos artículos están destinados al uso profesional?
Es fundamental acudir a tiendas especializadas que nos ofrecen artículos fabricados para el uso profesional; debemos buscar: comodidad, rentabilidad y duración del producto.
Calidad para que la inversión sea rentable y para que sea cómodo para los clientes.

En resumen, recuerda que los textiles de la habitación son una de las señas de identidad del alojamiento: su diseño, calidad y tacto favorecen el descanso del huésped que, de este modo, se llevará consigo un recuerdo aún más agradable de su estancia.